dc.description.abstract | La siniestralidad laboral es uno de los mayores problemas que asedian a la sociedad
actualmente. Este problema provoca accidentes de trabajo y enfermedades profesionales que en
muchas ocasiones llevan a los trabajadores que los sufren a perder la vida o a tener secuelas
tanto físicas como psíquicas difíciles de eliminar, algo por otro lado, difícil de comprender en una
sociedad moderna. Además esta situación es un factor que influye negativamente en las
empresas de un país o región y en el propio Estado, debido a los grandes costes económicos que
supone.
Según los últimos datos anuales publicados por el Instituto de Seguridad y Salud Laboral de la
Región de Murcia (ISSL) referentes a la siniestralidad laboral durante el año 2.012, los accidentes
de trabajo con baja en jornada de trabajo en esta Comunidad Autónoma fueron de 11.418, siendo
11 los accidentes que costaron la vida al trabajador, a esta cantidad habría que sumarle la
correspondiente a accidentes de trabajo con baja “in itinere” y a los que no ocasionaron baja, en
total 35.511. Durante ese mismo periodo, según datos del Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo (INSHT), en el total del Estado se produjeron alrededor de cuatrocientos mil
accidentes de trabajo con baja en jornada de trabajo, suponiendo 444 muertes.
Además de estos datos, está demostrado según indica un estudio realizado por María Pilar
García Galindo del ISSL, que los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales producen
unos costos económicos sobre las empresas y el Estado que en el año 2007 ascendieron a casi 400
millones de euros en la Región de Murcia, para un total de 57.118 accidentes de trabajo y 481
enfermedades profesionales. Estos costos provienen sobre todo de la productividad perdida, las
jornadas no trabajadas, las sanciones de la Inspección de Trabajo, las prestaciones y asistencia
sanitaria de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales o las pensiones y
los pagos que el Instituto Nacional de la Seguridad Social otorga por incapacidad o muerte. Todo
ello, sin contar con los costes que se producen por la utilización de servicios públicos como servicios de emergencias sanitarias, servicios forenses y jurídicos, policía judicial, etc.
En este entorno caracterizado por el gran impacto que produce la siniestralidad laboral en
toda la sociedad, es muy importante que todos los sectores productivos sean conscientes del
problema que esto supone y consideren que los accidentes de trabajo y las enfermedades
profesionales son sucesos evitables que se producen por las condiciones de trabajo y la
inexistencia, en muchos casos, de medidas preventivas. Por ello, La evaluación de los riesgos, la adopción de medidas de seguridad eficaces y un seguimiento riguroso son actividades esenciales
para reducir las cifras de siniestralidad y por tanto los costos económicos.
El sector de la construcción no es ajeno a estos problemas, ya que es uno de los sectores
donde más accidentes de trabajo se producen, de hecho es el sector con el índice de incidencia1
más alto tanto a nivel autonómico como nacional. Por tanto, se puede decir que la construcción
en proporción a sus trabajadores afiliados a la Seguridad Social, es el sector productivo donde
mayor número de accidentes de trabajo se produce.
Dentro de este sector, es en la construcción de edificios donde más accidentes de trabajo se
originan, afectando en una mayor proporción a los trabajadores cuya ocupación se centra en las
obras estructurales. Es en esta fase de ejecución de un edificio, es decir en la construcción de la
estructura y sobre todo la del montaje de los encofrados horizontales, donde más riesgos pueden
existir para los trabajadores, debido a la falta de elementos propios del edificio que puedan
ayudar a protegerlos de riesgos tales como las caídas de altura, considerado por la legislación en
materia de prevención de riesgos laborales en la construcción, como uno de los riesgos especiales
para la seguridad y salud de los trabajadores.
Por lo tanto, con este estudio se pretende que a la hora de acometer la ejecución de un
proyecto de edificación, se conozcan desde su inicio las diferentes medidas de protección que es
necesario adoptar para el montaje de un sistema de encofrado horizontal. | es_ES |
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