Planificación del mantenimiento de las instalaciones y equipos del recinto deportivo del Campus de Espinardo de la Universidad de Murcia

Abstract

El mantenimiento industrial se ha convertido en un campo de la ingeniería de gran interés, pues tiene una gran repercusión económica. Las empresas, actualmente, destinan una parte muy importante de su presupuesto a tareas de mantenimiento, ya que es primordial para el desarrollo de su actividad y para ser competitivos en el marco económico global. El mantenimiento adecuado de las instalaciones de una empresa permite producir con calidad, seguridad y rentabilidad. El mantenimiento surgió al querer producir continuamente con la finalidad de reparar desperfectos de forma rápida y barata. Con el paso del tiempo ha evolucionado hasta tener como objetivos la optimización de la disponibilidad del equipo productivo, la disminución de los costes de mantenimiento, la optimización de los recursos humanos, la maximización de la vida de las máquinas, evitar accidentes, aumentar la seguridad de las personas y disminuir la gravedad de las fallas que no se puedan evitar. Con el proyecto que se desarrolla a continuación, de acuerdo a la normativa vigente, se intentará trasmitir normas de mantenimiento (preventivo, correctivo y mejorativo) y funcionamiento de instalaciones a los trabajadores de las instalaciones deportivas del Campus de Espinardo de la Universidad de Murcia, para que éstos se orienten en el campo del mantenimiento. De este modo, se podrá implantar una técnica de mantenimiento reciente: el mantenimiento productivo total (TPM). Una técnica surgida en Japón, que implica a todos los estamentos y niveles de la empresa. La finalidad de este documento es la de servir como guía técnica a los empleados del recinto deportivo del Campus de Espinardo para llevar a cabo el mantenimiento de la instalación eléctrica, la climatización, la fontanería, etc. Se desea implantar el mantenimiento productivo total (TPM), de forma que todos los estamentos estén implicados en el mantenimiento de las instalaciones y se consiga una mejora en el rendimiento y eficacia del mantenimiento de éstas. El apartado de la memoria que incluye el TPM estará en poder del conserje, que será el encargado de realizar las tareas que en él se indican. Esta persona no tiene por qué tener conocimientos técnicos, por ello, a la hora de redactar el TPM, se empleará un vocabulario claro y sencillo y se describirán los elementos sobre los que tendrá que actuar.