%0 Journal Article %A Egea Rosas, Carlos %T How to invest in the stock market? %D 2020 %U http://hdl.handle.net/10317/9165 %X Para poder comprender cómo se puede llegar a obtener altos beneficios derivados del mercado de acciones hay que saber cómo nació la idea de mercado de valores. Con el objetivo de entender este concepto emplearé una recreación ficticia a modo de ejemplo. Nos situaremos en la edad de las rutas comerciales a las Américas y la India. Un par de socios de renombre deciden encargar a un astillero holandés la fabricación de un buque mercante. El precio de tal activo era de 20 ducados de oro. Al cabo de dos años el buque estaba terminado. La idea era proveerlo de oro en América y llevarlo hasta Holanda con el oro a bordo del buque. A partir de este momento se genera gran expectación en la travesía. Inversores y hombres de negocios piensan que, si el barco costó 20 ducados de oro y realiza la travesía al 100%, al finalizar la ruta y traer el oro a Holanda, la empresa podría llegar a revalorizarse. Los socios de la empresa, confiados en la posibilidad de hacer la ruta, deciden colocar en el mercado participaciones de su empresa para financiar la expedición. Colocan acciones de su empresa a un precio de salida de 1/2 ducado de oro. La idea de esta historia es que, si el barco era capaz de recorrer la travesía de Holanda a las Islas Azores, el precio de las acciones se revalorizaría un 20%, ya que habría conseguido atravesar con éxito el Cabo de la Muerte en Finisterre donde muchos barcos perecían. Si, además, conseguía ir de las Islas Azores a América las acciones se revalorizarían un 5% más. Si alcanzaba ir con el oro en sus bodegas de América a las Islas Azores sus acciones se volverán a revalorizar un 55% más, ya que llevaba la mercancía, salvando el abordaje de numerosos piratas que operan en las costas americanas. Finalmente, si regresaba de las Islas Azores a Holanda, sus acciones se volvían a revalorizar otro 20%, de manera que si se cumplía la travesía completa con éxito la persona que hubiera comprado acciones de la compañía veía como se revalorizaban sus acciones un 100%. ¿Cómo se enteraban los accionistas por donde iba el barco y si estaba teniendo éxito la travesía? Por otros barcos que iban a Holanda y se cruzaban con nuestro barco en algunos de los puertos mencionados. Estos otros barcos informaban de sus encuentros y el precio de las acciones crecía porcentualmente. En la época que nos ocupa todo ha cambiado considerablemente. Por suerte las comunicaciones y la tecnología han evolucionado y con ello el acceso a la información. También existen organismos oficiales encargados de dar fe de los estados económico-financieros publicados por las empresas, eliminado gran parte de la incertidumbre de la inversión, pero no por ello el riesgo de la misma, ya que las empresas se encuentran en un entorno de competitividad constante y continuo. Cualquier toma de decisiones por sus CEOs desafortunada o equivocada puede llevar a la empresa a pasar por problemas de diferente tamaño y dimensión. De la misma manera, cualquier innovación tecnológica realizada por la competencia y que tenga aceptación entre los futuros clientes, consumidores o usuarios puede llevar a la empresa a una pérdida considerable de su competitividad, de cuota de mercado y de pérdida de ventas, que podrían tener un impacto negativo en el crecimiento de la empresa. Esto podría provocar un cambio en las futuras políticas estratégicas de la empresa. Todos estos puntos que mencionamos tienen una repercusión que, interpretados con lógica por el inversor, le permitirá darle un uso que le favorecerá en su toma de decisiones para futuras inversiones. Ahora paso a comentar el principal motivo por el cual me atrae la inversión en el mercado de acciones. Si en un primer momento la justificación de hacerlo era obtener beneficios con la compra de participaciones en una empresa, mi enfoque ha ido cambiando a lo largo de los años. El estudio del Grado universitario de Administración y Dirección de Empresas unido a las cualidades que creo que debe tener un inversor, las cuales he llegado a comprender gracias a la lectura de los libros que dejó como legado el profesor de la Universidad de Columbus e inversor de renombre en Wall Street, Benjamín Graham, han logrado que comprenda que obtener beneficios del dinero invertido se debe hacer analizando de manera coherente la naturaleza de las inversiones. Pienso que la satisfacción del éxito reside en conseguirlo y para ello se debe trabajar en el estudio y el análisis de las empresas. El objetivo del trabajo es disipar las ilusiones de que se puede comprar acciones ordinarias en cualquier momento y a cualquier precio, apoyándonos en que la empresa obtendrá beneficios futuros. Esto no debe de tener el peso suficiente para realizar una inversión, sin despejar previamente algunas incógnitas inherentes de la propia empresa donde se pretende invertir. Somos conscientes de que las pérdidas en los resultados empresariales existen y se pueden presentar en cualquier momento. Esto debe servir de advertencia, de manera que realizar una compra de acciones ordinarias se ha de hacer con la mayor de las cautelas existentes. El TFE trata de orientar al inversor, prevenirle en la dificultad que existe a la hora de elegir qué empresas compra. Incluso eligiendo empresas de calidad y calibrando un futuro de crecimiento en estas empresas, no es seguro ni fiable el éxito de dicha inversión. Tal vez el planteamiento elegido sea correcto, pero el resultado que arroje no va a depender al 100%, de nuestras estimaciones futuras. Si somos capaces de seguir un planteamiento sensato y basamos nuestra inversión en el análisis e investigación continua, podremos poner las probabilidades a nuestro favor. La paciencia, unida al espacio temporal del largo plazo, nos podrá recompensar con rentabilidades satisfactorias que compensarán las perdidas inherentes en la propia inversión. Aun así, este trabajo no elimina el punto anímico del inversor, el cual debe tener el suficiente temperamento y predisposición para seguir el plan preestablecido, no dejarse influenciar por los movimientos irracionales del mercado y estar atento a las oportunidades que se pueden presentar en cualquier momento. De no presentarse tales oportunidades, es preferible dejar el capital en el refugio de la liquidez del propio inversor. Centrándome en el trabajo paso a definir las secciones que componen el TFG: Sección 1, la propia introducción. Sección 2, trata de definir los conceptos básicos, desde qué es una acción hasta las partes que participan en el mercado de acciones. Sección 3, profundiza en el análisis de una empresa, en su situación económico-financiera, bajo el estudio de los informes anuales publicados de las empresas cotizadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Sección 4, realiza una interpretación de la variación de los precios de las acciones de las empresas cotizadas, apoyándose en diferentes indicadores técnicos. Sección 5, explica la metodología más adecuada para realizar la compra de las acciones de una empresa, así como el momento de venta de estas acciones o parte de las mismas. Sección 6, extrae las conclusiones más significativas de la realización de una inversión. Y en la última sección, la sección 7 clasifica por orden las distintas fuentes de información que sirven de apoyo en la construcción del trabajo. %K Economía Aplicada %K Inversión %K Investment %K Mercado financiero %K Financial markets %K 5304.06 Dinero y Operaciones Bancarias %K 5312.06 Finanzas y Seguros %~ GOEDOC, SUB GOETTINGEN