Espacios de afecto para el aprendizaje: interescuela y recuperación del cerro de Monte Sacro

Abstract

El hogar y la escuela son los principales lugares de referencia de nuestro aprendizaje como personas. Estos lugares deben ofrecer las herramientas necesarias para el desarrollo personal que permite la participación activa en la sociedad, promover la diversidad y desarrollar valores de convivencia ciudadana y para la conservación del entorno. El objetivo de este proyecto es brindar un espacio para que se lleven a cabo actividades que favorezcan el desarrollo de una actitud de amor hacia el aprendizaje que dure para toda la vida. Esta escuela explora la promoción de un ambiente educativo doméstico que parte del intercambio intergeneracional. De esta forma se fortalece la cultura local, ya que los vecinos más mayores participan en el desarrollo de la ciudad al tiempo que se enriquecen de la vitalidad y el afecto de los más pequeños. La escuela se organiza fundamentalmente en espacios con mobiliario adaptable y de libre acceso y espacios taller en los que se organizan actividades de necesidades más concretas de forma más privada, todos ellos conectados entre sí y con el espacio urbano. De esta forma el ambiente educativo es un ambiente social que abre paso a un mayor autoconocimiento que permite adaptar la experiencia de aprendizaje a las particularidades de cada persona a medida que se participa en la comunidad. La escuela se ubica en el antiguo barrio del cerro de Montesacro, actualmente destruido. Este entorno de aproximadamente 60000 m2 cuenta con varios elementos monumentales clave en la historia de Cartagena, algunos de ellos en estado de ruina como son el depósito de agua, el molino y la muralla de Carlos II. El emplazamiento pone en contacto el casco antiguo y el ensanche de la ciudad, y además se encuentra flanqueado por ejes urbanos significativos. Está inmerso en los espacios que conforman la red educativa del centro de la ciudad, así como en la red de ejes comerciales dinámicos y singulares de carácter local. Los vecinos de la zona más ligada al casco antiguo son en su mayoría ancianos e inmigrantes. Esta zona tiene un alto nivel de degradación, lo cual expone a sus habitantes a la amenaza de la marginación social. Por todo ello, y teniendo en cuenta las necesidades de un mayor número de plazas escolares en la zona centro de Cartagena, se decide ubicar aquí el proyecto.