Arquitectura de la Sal: recuperación de las Salinas de Marchamalo

Abstract

PROTECCIÓN LEGAL: Catalogadas con el nº 16.531 en el Servicio de Patrimonio Histórico, dependiente de la Dirección General de Cultura de la Consejería de Turismo y Cultura, El Molino de sal tiene incoado expediente para su declaración como bien de interés cultural por Resolución de 3 de noviembre de 1986 (Nº Catálogo: 16765; Nº Inventario: 100) A su vez es un espacio natural protegido Las Salinas de Marchamalo están amparadas por varias figuras de protección regional, nacional, europea e internacional, como las de Paisaje Protegido y Lugar de Interés Comunitario, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), Zona Especialmente Protegida de Interés para el Mediterráneo y Humedal de Importancia Internacional-Ramsar. PROPIEDAD: Las salinas de Marchamalo fueron vendidas por Salinera Catalana en 1995 a una promotora, aún sabiendo que ya estaban protegidas, sin embargo a lo largo de estos últimos años 9 de sus 19 charcas han sido urbanizadas. En la actualidad se encuentran divididas por tres propietarios: Una parte corresponde a la empresa mobiliaria salinera La Manga S.A. propiedad de Alfonso Garcia y Mariano Roca; otra parte corresponde a Javier Celdrán, heredero de los terrenos por familia; y por último una pequeña zona de dominio público marítimo. A pesar de haber estado recibiendo subvenciones tanto europeas como de la comunidad para el mantenimiento de la zona durante más de cuatro años tras la venta de Salineras Catalana, no se ha observado actividad alguna en la zona hasta que en el 2012, tras más de diez años de inactividad, volvió a correr agua por sus canales gracias a la denuncia de varios grupos ecologistas con el fin de mantener la flora y la fauna autóctonas de la zona. Aún así la intervención es insuficiente.